Ryan Gosling y Rachel McAdams demostraron que el amor real es más romántico que las películas

Cuando se trata de clasificaciones definitivas de las películas más románticas de todos los tiempos, El Diario de Noa de 2004 suele estar en la lista. Por desgracia para los fans de la película, los expertos en relaciones odian la película, ya que argumentan que crea expectativas poco realistas y poco saludables.

Un ejemplo: Aunque los protagonistas de la película, Ryan Gosling y Rachel McAdams, salieron fuera de la pantalla y a menudo fueron idolatrados como la pareja perfecta con una relación de ensueño, su romance fue todo menos perfecto.

La pareja salió de 2005 a 2007, pero su noviazgo no reflejó lo que los fans vieron en la gran pantalla. A veces, era mucho mejor. En otras, fue mucho, mucho peor.

Es fácil soñar con una historia de amor que se asemeje a un cuento de hadas perfecto, pero las citas en el mundo real nunca son tan sencillas y, aunque Gosling y McAdams ya han tomado caminos distintos, hay una valiosa lección que aprender de su tiempo juntos.

Su romance real no se parecía en nada al de las películas:

Al principio se odiaban

Puede ser difícil de creer, pero a pesar del amor inagotable que los fans vieron en El Diario de Noa, los sentimientos de Ryan Gosling y Rachel McAdams por el otro eran excepcionalmente diferentes fuera de las cámaras.

Simplemente, no se soportaban al principio.

Esta sorprendente revelación vino de la mano del propio director Nick Cassavetes que, mientras celebraba el décimo aniversario de la película, habló sin tapujos de lo mal que iban las cosas en el set. Tan mal, de hecho, que Gosling llegó a intentar que despidieran a su protagonista.

En una entrevista con VH1, Cassavetes recordó un día explosivo en el que, en medio del rodaje de una escena, Gosling le apartó y le preguntó: «¿Podrías sacarla de aquí y traer a otra actriz para que lea fuera de cámara conmigo? No puedo. No puedo hacerlo con ella. Es que no me sale nada de esto».

Se produjo una pelea a gritos entre los dos actores

«Entramos en una habitación con un productor; empezaron a gritarse y a chillar el uno al otro», reveló Cassavetes, pero luego las cosas parecieron calmarse. «Creo que Ryan la respetaba por defender a su personaje y Rachel estaba feliz de que eso saliera a la luz», señaló. «El resto de la película no fue un camino de rosas, pero sí más suave».

Aunque consiguieron mantener la civilización y terminar el rodaje, su relación no fue ciertamente un romance floreciente.

Como dijo McAdams a The Independent en 2013: «No nos lanzábamos jarrones de Ming, así que no era odio, pero nuestra relación no era lo que se veía en la pantalla». Confesó que la relación en la vida real «ciertamente no era algo que ninguno de los dos hubiera esperado que saliera de esa experiencia cinematográfica.»

Eran lo suficientemente maduros como para empezar de cero

En lugar de fomentar cualquier tipo de resentimiento o mala voluntad hacia el otro, Gosling y McAdams fueron lo suficientemente maduros como para dejar que el pasado sea solo eso: el pasado.

Cuando se encontraron un par de años después de trabajar juntos, pudieron empezar de nuevo. Como recordaba Gosling, «dos años después la vi en Nueva York y empezamos a hacernos a la idea de que quizá estábamos equivocados el uno con el otro».

Al aceptar el hecho de que las personas y los sentimientos pueden cambiar de verdad, pudieron empezar de cero y dar una oportunidad real a su romance. En lugar de fijarse en los problemas anteriores o en lo que creían saber el uno del otro por su paso por el plató de El diario de Noa, Gosling y McAdams permitieron que una nueva dinámica se impusiera, una llena de amor y apoyo.

McAdams, por su parte, se convirtió en la mayor fan de su nuevo galán y se deshizo en halagos sobre lo mucho que la inspiró a ella y a su carrera. «Nunca hace lo mismo dos veces», señaló. «Es muy valiente».

Por suerte, el sentimiento era mutuo. Preguntado por los elogios de su novia durante un encuentro con la prensa, Gosling proclamó: «Es amable. No necesita ninguna ayuda de mi parte. Ella también me ha inspirado a hacer muchas cosas». Y añadió: «Es la persona más exigente que he conocido.»

La realidad fue mucho más romántica

Cuando su amor en la vida real floreció, Gosling y McAdams se convirtieron en una de las parejas It más queridas de Hollywood, con los fans comparándolos a menudo con sus compañeros de Notebook.

Sin embargo, según Gosling, esto fue en realidad un perjuicio para su amor. Como dijo a GQ, «Dios bendiga a El diario de Noa. Me presentó a uno de los grandes amores de mi vida. Pero la gente nos hace un flaco favor a Rachel y a mí al asumir que éramos algo parecido a la gente de esa película»

«La historia de amor de Rachel y mía es muchísimo más romántica que eso».

Aunque, finalmente, no estaba destinado a ser, ninguno de los dos actores se arrepiente. Como dijo una fuente a People en 2008, no hubo resentimientos y ambos, de hecho, siguieron siendo amigos.

Tras su ruptura, McAdams fue vista apoyando a Gosling en su debut como DJ e incluso se les vio cenando juntos.

Años más tarde, quedó claro que Gosling seguía teniendo a su ex en la más alta estima cuando señaló: «Tuve dos de las mejores novias de todos los tiempos, .»

Actualmente, Gosling tiene dos hijas con su pareja, la actriz Eva Mendes, mientras que McAdams tiene un hijo con su pareja, el escritor y director Jamie Linden. Mantienen su vida privada fuera del ojo público y se centran en su trabajo, lo que ha dado sus frutos: tanto McAdams como Gosling han sido nominados a los Oscar en los años transcurridos desde que interpretaron a Noah y Allie en El diario de Noa.

Al darse cuenta de que la representación del amor que hace Hollywood no es realista y que las relaciones reales son imperfectas -pero también pueden ser mucho más románticas- puedes liberarte de expectativas innecesarias y experimentar el verdadero romance. El amor real liberado de expectativas te dejará una impresión positiva, independientemente de si el resultado final se lee o no como un guión de película.

No creas todo lo que ves: más bien, cree lo que sientes.

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