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Sí, tener unos oídos súper sensibles al frío es una cosa y lo odio

En invierno, todas las extremidades están más o menos atacadas (véase: manos agrietadas, labios sedientos y mechones súper pelados). Pero en esas mañanas en las que accidentalmente te dejas tu acogedor gorro en casa (¡¡¡nooo!!!), una parte más del cuerpo será presa del viento helado: tus orejas.

«Los oídos suelen ser sensibles al frío debido a una red muy grande de nervios que proporciona sensación a los oídos. De hecho, los conductos auditivos son de las partes más sensibles del cuerpo», dice el doctor Jason Abramowitz, de la clínica ENT and Allergy Associates de Nueva York y Nueva Jersey. Y como los oídos ya son tan sensibles, el aire muy frío puede ser muy irritante para ellos, dice. «puede llegar directamente al tímpano, que también es muy sensible», añade. Hola, oídos dolorosos y ardientes.

Si parece que tus oídos son extra propensos al caos de Jack Frost, probablemente tengas razón. «Las personas que son más sensibles al frío que otras probablemente tienen una variación diferente de los nervios en el canal auditivo», explica el doctor. Qué suerte tienes.

Los oídos también son una fuente de retención de calor en tu cuerpo, dice el doctor Abramowitz. «Cuando se exponen al frío, puede contribuir al enfriamiento de la temperatura corporal», dice, lo que significa que si tus oídos están fríos, el resto de tu cuerpo pronto lo estará también. Y además, el Dr. Abramowitz dice que tener una temperatura corporal más baja puede disminuir el flujo sanguíneo, lo que puede aumentar el potencial de infecciones como el resfriado común. Así que sí… ¡ponte un sombrero, amigo!

Sin embargo, si se te olvidan las orejeras, y nos pasa a los mejores, el Dr. Abromowitz tiene un truco de descongelación rápida. «Una vez en un lugar cálido, lo mejor es exponer los oídos al calor gradualmente con calor ambiental o aplicar una toalla empapada en caliente en la zona afectada», recomienda. Evita todo lo que sea una erupción, como acercar las orejas a la chimenea o a la estufa. (Quiero decir, duh.)

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