San José, esposo de María

La historia de San José

La Biblia le hace a José el mayor de los cumplimientos: era un hombre «justo». Esta cualidad significaba mucho más que la fidelidad en el pago de las deudas.

Cuando la Biblia habla de que Dios «justifica» a alguien, significa que Dios, el todopoderoso o «justo», transforma de tal manera a una persona que el individuo comparte de alguna manera la propia santidad de Dios, y por lo tanto es realmente «correcto» que Dios lo ame. En otras palabras, Dios no está jugando, actuando como si fuéramos amables cuando no lo somos.

Al decir que José era «justo», la Biblia quiere decir que era alguien que estaba completamente abierto a todo lo que Dios quería hacer por él. Se hizo santo abriéndose totalmente a Dios.

El resto lo podemos suponer fácilmente. Pensemos en el tipo de amor con el que cortejó y conquistó a María, y en la profundidad del amor que compartieron durante su matrimonio.

No es una contradicción de la santidad varonil de José el hecho de que decidiera divorciarse de María cuando se descubrió que estaba embarazada. Las palabras importantes de la Biblia son que planeó hacerlo «tranquilamente» porque era «un hombre justo, pero no quería exponerla a la vergüenza» (Mateo 1:19).

El hombre justo fue simplemente, alegremente, de todo corazón obediente a Dios: al casarse con María, al ponerle nombre a Jesús, al pastorear a la preciosa pareja a Egipto, al llevarlos a Nazaret, en el número indeterminado de años de fe tranquila y coraje.

Reflexión

La Biblia no nos dice nada de José en los años posteriores al regreso a Nazaret, salvo el incidente de encontrar a Jesús en el Templo (Lucas 2:41-51). Tal vez esto pueda interpretarse como que Dios quiere que nos demos cuenta de que la familia más santa era como cualquier otra familia, que las circunstancias de la vida de la familia más santa eran como las de cualquier familia, de modo que cuando empezó a aparecer la naturaleza misteriosa de Jesús, la gente no podía creer que viniera de unos orígenes tan humildes: «¿No es el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María…?» (Mateo 13:55a). Era casi tan indignante como «¿Puede salir algo bueno de Nazaret?». (Juan 1:46b).

San José es el patrón de:

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