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Seis estrategias alimentarias para tratar y prevenir la piel seca

2. ¿Grasas? Absolutamente, ¡pero las adecuadas!

Los ácidos grasos omega-3 no saturados presentes en los pescados grasos como el salmón, así como en las semillas de ortiga, las semillas de chía y el aceite de linaza pueden llenar las reservas de lípidos de la piel desde el interior y estabilizar su barrera protectora natural.

Frutas y verduras de color naranja

El color brillante de alimentos como los albaricoques, el espino cerval de mar, las zanahorias y los pimientos amarillos y rojos indica sus altos niveles de betacaroteno, un precursor de la vitamina A. Como antioxidante, el betacaroteno es eficaz en la prevención de la sequedad y el envejecimiento de la piel.

Alimentos frescos ricos en biotina

La biotina, también conocida como vitamina B7 o simplemente vitamina H, está considerada como la vitamina de la piel por excelencia. Buenas fuentes son la yema de huevo, los copos de avena, el salmón y el arenque, los tomates y las espinacas, los productos lácteos, los plátanos y las nueces. Los frutos secos y las semillas en general también son ricos en vitamina E, que además favorece la capa lipídica de la piel y garantiza una mejor hidratación de la misma.

Alimentos con zinc

La piel seca y agrietada que se siente tirante o que pica puede indicar una deficiencia del oligoelemento zinc. Esta ayuda se encuentra en los brotes de centeno y trigo, las semillas de calabaza y girasol, los quesos duros, el pescado y la carne, así como los copos de avena y las lentejas.

Alimentos que hay que evitar

En el caso de la piel seca, es mejor evitar todo lo que drena la humedad del cuerpo, como el alcohol, la cafeína del café y el té, y el exceso de sal. Las grasas trans de los alimentos fritos y horneados pueden constreñir las venas y, por tanto, dificultar la circulación sanguínea en las capas más profundas de la piel.

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