Siéntase mejor, más rápido.
Las enfermedades de transmisión sexual se han convertido en un problema importante en las universidades de Estados Unidos, donde el sexo sin protección se ha vuelto demasiado común. Para ayudar a protegerse a sí mismo o a su hijo de las graves consecuencias, asegúrese de conocer los datos sobre las ETS.
Una epidemia silenciosa
Según los Centros para el Control de Enfermedades, casi el 50 por ciento de los 20 millones de nuevas ETS que se diagnostican cada año corresponden a jóvenes de entre 15 y 24 años. Un gran porcentaje de estos casos se da entre estudiantes universitarios, que suelen subestimar los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protección.
Los CDC afirman que el virus del papiloma humano (VPH) es el tipo de ETS más común en los campus universitarios. Causante de las verrugas genitales, del cáncer de cuello de útero y de la mayoría de los tipos de cánceres genitales, el VPH es un virus incurable y altamente transmisible a través del sexo oral y el coito. En muchas ocasiones, no provoca síntomas perceptibles, lo que hace que la tasa de transmisión sea extremadamente alta.
Después del VPH, la clamidia es la siguiente forma de ETS más común entre los jóvenes. Causada por una infección bacteriana, la clamidia puede causar daños permanentes en los órganos reproductivos si no se trata. Aunque se pueden utilizar medicamentos antibióticos para tratar la infección, los expertos están cada vez más preocupados por la posibilidad de que haya cepas resistentes a los medicamentos.
Después de estas infecciones, el herpes -o más concretamente el VHS-2- es la siguiente ETS más común entre los jóvenes. Según los CDC, casi el 20% de los estudiantes universitarios tienen el virus del herpes. Al igual que la clamidia, el herpes no se puede curar, aunque se pueden utilizar medicamentos para reducir los síntomas.
Cómo frenar la marea
Lamentablemente, los medios de comunicación no han informado suficientemente sobre la prevalencia de las ETS entre los jóvenes. A su vez, la mayoría de los padres y estudiantes universitarios siguen sin ser conscientes de los altos riesgos que entrañan las relaciones sexuales sin protección. Si eres estudiante, es importante que utilices un preservativo de látex o un dique dental cada vez que mantengas relaciones sexuales. Si usted es el padre de un estudiante, debe tomarse el tiempo para aconsejar a su hijo sobre las consecuencias a largo plazo de no usar protección.
La mejor manera de mantenerse a salvo de estas enfermedades sociales es practicar la abstinencia total; sin embargo, esto no siempre es realista en un ambiente universitario. La educación, las pruebas periódicas y los preservativos son las siguientes mejores líneas de defensa contra esta epidemia silenciosa en los campus de nuestra nación.