Conozca los posibles síntomas de la leucemia linfocítica crónica (LLC) y cuándo debe acudir a su médico.
Muchas personas con leucemia crónica no presentan ningún síntoma. Aproximadamente 50 de cada 100 casos de LLC (50%) se diagnostican porque una persona se somete a un análisis de sangre rutinario para otra cosa.
En la LLC los síntomas tienden a ser leves al principio y empeoran lentamente. Muchos síntomas son vagos. Puede sentirse como si tuviera gripe.
Síntomas comunes
Recuerde que muchas personas con LLC no tienen síntomas al principio. Muchos de los síntomas que se enumeran a continuación se producen en la LLC, pero es más probable que sean causados por otras enfermedades.
La LLC puede causar:
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En la LLC, puede tener los ganglios inflamados (ganglios linfáticos). Los ganglios inflamados suelen estar en el cuello o debajo de los brazos. También es posible que se produzca un agrandamiento del bazo. El bazo es un órgano situado a la izquierda del cuerpo, justo debajo de las costillas. Si el bazo se agranda mucho más de lo normal, puede resultar incómodo o doloroso. Su médico puede sentir que el bazo está agrandado.
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La LCC en sí misma consume la energía que su cuerpo utilizaría o almacenaría de otro modo. Por lo tanto, puede perder peso, incluso si come normalmente. En raras ocasiones, el agrandamiento del bazo también puede aumentar la pérdida de peso al aplastar el estómago y hacer que se sienta lleno más rápidamente de lo habitual. Por lo tanto, puede comer menos de lo normal.
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Al aumentar el número de glóbulos blancos anormales, puede contraer infecciones más fácilmente. Esto se debe a que los glóbulos blancos anormales no pueden combatir las infecciones tan bien como los sanos.
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La falta de espacio en la médula ósea también interfiere en la producción de glóbulos rojos. Estos normalmente ayudan a transportar el oxígeno por el cuerpo. La falta de glóbulos rojos se conoce como anemia. Puede sentirse sin aliento y cansado. La anemia suele ser un síntoma tardío de la LLC.
Otros síntomas
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Los glóbulos blancos adicionales ocupan más espacio en la médula ósea a medida que su número aumenta. Por lo tanto, no hay suficiente espacio para la producción de plaquetas. Las plaquetas ayudan a coagular la sangre, por lo que puede tener hemorragias nasales, hematomas inexplicables o menstruaciones inusualmente abundantes. Por lo general, se trata de un síntoma tardío de la LLC, más que temprano. A menudo, las hemorragias y los hematomas se producen en personas que padecen una enfermedad hemorrágica además de LLC.
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Algunas personas cuya LLC ha cambiado (se ha transformado) en una enfermedad de alto grado tienen dolor óseo y sudores nocturnos. El dolor óseo se produce porque hay demasiadas células leucémicas en la médula ósea, lo que provoca presión sobre los nervios y causa dolor. La causa exacta de los sudores nocturnos es desconocida.
Qué hacer si tienes estos síntomas
Si tienes alguno de estos síntomas debes acudir a tu médico de cabecera. Pero recuerde que todos ellos pueden ser causados por otras afecciones. Los ganglios linfáticos de todo el mundo se hinchan cuando tienen una infección de garganta, por ejemplo. La mayoría de las personas con estos síntomas no tienen leucemia crónica.
