Transmisión del virus de la gripe
El virus de la gripe puede transmitirse entre los humanos de tres maneras: (1) por contacto directo con individuos infectados; (2) por contacto con objetos contaminados (llamados fómites, como juguetes, pomos de puertas); y (3) por inhalación de aerosoles cargados de virus. Se desconoce la contribución de cada modo a la transmisión global de la gripe. Sin embargo, las recomendaciones de los CDC para controlar la transmisión del virus de la gripe en entornos sanitarios incluyen medidas que minimizan la propagación por mecanismos de aerosoles y fómites.
La transmisión respiratoria depende de la producción de aerosoles que contienen partículas de virus. Hablar, cantar y la respiración normal producen aerosoles, mientras que la tos y los estornudos provocan una expulsión más fuerte. Mientras que la tos puede producir varios cientos de gotitas, un buen estornudo puede generar hasta 20.000. Las partículas en aerosol producidas por estas actividades son de diferentes tamaños. Las gotas más grandes caen al suelo en pocos metros y sólo transmiten la infección a quienes se encuentran en las inmediaciones. Otras gotitas recorren una distancia determinada por su tamaño. Las gotitas de 1 a 4 micras de diámetro se denominan «núcleos de gotitas»; éstas permanecen suspendidas en el aire durante períodos muy largos y no sólo pueden recorrer grandes distancias, sino que pueden llegar a las vías respiratorias inferiores. La inhalación de gotitas y núcleos de gotitas sitúa el virus en el tracto respiratorio superior, donde puede iniciar la infección.
La importancia de la transmisión por aerosol queda ilustrada por un brote de gripe a bordo de un avión comercial a finales de la década de 1970. El avión, que transportaba 54 personas, se retrasó en tierra durante tres horas, tiempo durante el cual el sistema de ventilación no funcionó. La mayoría de los viajeros permanecieron a bordo. En un plazo de 72 horas, casi el 75% de los pasajeros desarrollaron la gripe. La fuente de la infección fue una sola persona del avión con gripe.
Las secreciones nasales, que contienen partículas del virus, son las responsables de la transmisión por contacto directo o por objetos contaminados. Una persona infectada se tocará con frecuencia la nariz o la conjuntiva, depositando el virus en la mano. El contacto íntimo o no íntimo (por ejemplo, dar la mano) transferirá el virus a otra persona, que se infectará tocándose la nariz o los ojos. Cuando las manos contaminadas tocan otros objetos, el virus se transfiere a ellos. En un estudio, se demostró que entre el 23 y el 59% de los objetos de los hogares y las guarderías albergaban ARN viral de la gripe. Otros han demostrado que el virus infeccioso de la gripe puede persistir en el papel moneda durante varias semanas.
La transmisión de la gripe puede reducirse cubriéndose la nariz y la boca al toser o estornudar, y lavándose las manos a menudo con agua y jabón o con limpiadores de manos a base de alcohol. Tenga en cuenta que los CDC no recomiendan el uso de mascarillas para reducir la propagación del virus. Es importante reconocer que, en las infecciones humanas, los niveles máximos de diseminación del virus pueden producirse aproximadamente un día antes del pico de los síntomas.
Consideraciones éticas impiden realizar estudios controlados de transmisión del virus de la gripe en humanos, por lo que deben utilizarse modelos animales. Los hurones son susceptibles a muchas cepas del virus de la gripe y desarrollan síntomas similares a los de los humanos. Sin embargo, estos animales son costosos y difíciles de alojar, lo que impide su uso en la mayoría de los estudios de transmisión a gran escala. Recientemente se ha descrito el conejillo de indias como un modelo animal alternativo para estudiar la transmisión del virus de la gripe. Estos animales son susceptibles a diferentes cepas virales, y el virus se replica a altos títulos en el tracto respiratorio. El conejillo de indias se utilizó para demostrar que la transmisión del virus de la gripe se produce por aerosoles y a través de superficies ambientales contaminadas. La eficacia de la transmisión por aerosol en el modelo de cobaya está regulada por la temperatura y la humedad.
Fabian, P., McDevitt, J., DeHaan, W., Fung, R., Cowling, B., Chan, K., Leung, G., & Milton, D. (2008). Influenza Virus in Human Exhaled Breath: An Observational Study PLoS ONE, 3 (7) DOI: 10.1371/journal.pone.0002691
Carrat, F., Vergu, E., Ferguson, N., Lemaitre, M., Cauchemez, S., Leach, S., & Valleron, A. (2008). Líneas temporales de infección y enfermedad en la gripe humana: A Review of Volunteer Challenge Studies American Journal of Epidemiology, 167 (7), 775-785 DOI: 10.1093/aje/kwm375
Mubareka, S., Lowen, A., Steel, J., Coates, A., García-Sastre, A., & Palese, P. (2009). Transmisión del virus de la gripe a través de aerosoles y fómites en el modelo del cerdo de Guinea The Journal of Infectious Diseases, 199 (6), 858-865 DOI: 10.1086/597073