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Tratamiento de la RSI

¿Cómo se trata una RSI?

La lesión por esfuerzo repetitivo RSI puede tratarse de varias maneras. El tratamiento suele ayudar a aliviar el dolor y a evitar que los síntomas empeoren. El médico evaluará la gravedad de sus síntomas y basará el tratamiento en sus circunstancias personales. Así se asegurará de que sea lo más eficaz posible y le ayudará a recuperarse lo antes posible.

En primer lugar, usted y el médico deben identificar qué actividad de su rutina diaria ha provocado la lesión. Lo más habitual es que se trate de una acción deportiva o laboral. Cuando sepa qué ha causado el problema, podrá modificar la forma en que realiza la actividad, o dejarla por completo.

Si está relacionado con el trabajo, es posible que tenga que hablar con su empleador para hacer cambios en su forma de trabajar.

Si el problema es por una actividad deportiva, puede asegurarse de recibir entrenamiento para mejorar su técnica o utilizar ayudas deportivas que eviten las lesiones.

También puede ser útil lo siguiente:

  • Analgésicos – se pueden recomendar analgésicos antiinflamatorios, incluido el ibuprofeno.
  • Compresas de hielo o calor – el uso de una compresa de hielo o calor puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor en la zona afectada. Puede colocar una bolsa de guisantes congelados en una toalla y mantenerla en la articulación, o envolver una bolsa de agua caliente en una toalla.
  • Descanso: debe intentar descansar la articulación afectada según las recomendaciones de un profesional médico. Elévela también regularmente si es posible. Puede introducir gradualmente ejercicios suaves para evitar la rigidez y para ayudar a desarrollar la fuerza.
  • Si su RSI es grave y no responde a los tratamientos anteriores, es posible que se le recomiende:

    • Férulas o soportes – esto ayuda a apoyar sus músculos y tendones.
    • Inyecciones de corticoesteroides: pueden ayudar a reducir el dolor y la hinchazón.
    • Fisioterapia: es posible que tenga que hacer algunos ejercicios de fisioterapia para ayudar a aumentar su fuerza muscular.
    • Cirugía: en los casos graves puede ser necesaria una intervención quirúrgica para tratar la lesión, aunque suele ser el último recurso.
    • También es posible que el ejercicio suave y las técnicas de relajación le ayuden a sobrellevar los síntomas y a controlar el dolor.

      Si practica deportes de alto impacto, como correr, es probable que deba evitar estas actividades si desarrolla una RSI. Un médico o fisioterapeuta le aconsejará cuándo podrá volver a realizar estas actividades y podrá aconsejarle sobre las mejores formas de evitar futuros problemas.

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