Vinos con menos calorías que realmente saben bien
Muchos de nosotros empezamos el año con buenas intenciones, llenos de propósitos, entre ellos el de perder peso. Pero, ¿se pueden reducir las calorías del vino sin comprometerse a un «enero seco»? Después de todo, no es como si hubiera un Sauvignon dietético o un Chardonnay Zero en el estante del supermercado para facilitarlo.
Probablemente lo mejor sea empezar hablando de dónde provienen las calorías del vino.
Las calorías del vino provienen básicamente del alcohol o de lo que se conoce como azúcar residual, los azúcares naturales de la uva que no han sido fermentados en alcohol. Así que, para un vino seco, menos alcohol significa menos calorías.
Eso puede ser vinos naturalmente más bajos en alcohol, de climas más fríos como Alemania, donde las vides simplemente no producen tanto azúcar, o donde se ha eliminado el alcohol artificialmente.
Es más complicado con los vinos no secos, ya que hay que tener en cuenta el azúcar residual, así como el alcohol, y la mayoría de las etiquetas de los vinos no lo especifican, que puede ser cualquier cosa, desde menos de 2g por litro en un vino seco hasta 200g por litro en un vino de postre estándar. A modo de comparación, la Coca-Cola tiene 106 gramos por litro, pero no tiene alcohol.
Para un cálculo práctico, se necesitan alrededor de 17 g por litro para crear un 1% de alcohol en el vino, por lo que un típico Shiraz australiano habrá comenzado con alrededor de 250 gramos por litro de azúcar antes de la fermentación.
Un típico vino seco a 13.0% de alcohol tendrá por alrededor de 130-140 calorías por vaso de 175cl, así que si piensa en 10 calorías por 1% de abv no estará muy equivocado.
En el espíritu, si esa es la palabra correcta, de la austeridad de Año Nuevo, pedimos a nuestros amigos de Wotwine que nos recomendaran algunos vinos con menos calorías/alcohol. Es justo decir que no les han impresionado mucho algunas de las versiones «manufacturadas» del mercado, pero han dado con algunas opciones naturalmente más bajas en alcohol que siguen siendo «vino de verdad» y que además ofrecen una buena relación calidad-precio.
Primero un par de opciones espumosas. Es una especie de mito (¡tristemente!) que el champán es un vino bajo en calorías. Sí, tiende a ser ligeramente más bajo en alcohol que la mayoría de los vinos de mesa sin gas, con un 12,0-12,5% de alcohol, pero, a menos que sea un fanático del Extra Brut, también hay algo de azúcar residual, de 6 a 12 gramos por litro para el Brut y bastante más para el Demi-Sec, etc. Por ello, Wotwine ha elegido un excelente Prosecco y, más radicalmente, un Lambrusco. Ambos tienen 11,0% de alcohol y son secos, por lo que se ahorran 20 calorías por vaso grande.
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Ya lo hemos dicho antes, pero los mejores vinos de baja graduación alcohólica proceden casi todos de Alemania, sobre todo del Mosela, donde el clima fresco (¡no está mucho más al sur que la Isla de Wight!) hace que las uvas se recojan con niveles de azúcar mucho más bajos y, por tanto, con menos calorías. Estos son dos excelentes ejemplos del mejor productor, Ernst Loosen, con alrededor de un 8% de abv.
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Otras opciones también suelen ser de climas marginales de cultivo donde los azúcares naturales de la uva son bajos. Aquí hay un par de ejemplos que en Wotwine pensamos que son impresionantes y de buen valor para lo que son. Uno es de Muscadet, en el noroeste de Francia, por lo que es fresco y bastante lluvioso, ¡piensa en Gales! El otro es de, aunque no lo crea, Surrey y sigue siendo una compra razonable aunque Co-op parece haber subido el precio en 1 libra por botella recientemente.
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