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Vivir con: Trastorno Disfórico Premenstrual

Compartir una vida y un hogar con alguien que padece trastorno disfórico premenstrual puede ser un reto si no se está preparado. Los síntomas del TDPM, si no se tratan, pueden alterar la vida de la persona que lo padece y la de todas las personas con las que vive. Afortunadamente, existen estudios, tratamientos y apoyo para ayudar a todos a sobrellevar este trastorno que puede ser debilitante. Para entender cómo vivir con el TDPM, primero hay que saber un poco más sobre el trastorno y cómo se gestiona.

Cómo funciona

El TDPM es algo más que un poco de hinchazón y calambres antes de la regla. Es un trastorno del estado de ánimo que acompaña a los demás síntomas premenstruales. El TDPM se agrava a medida que se acerca el periodo, escalando a quien lo padece a un estado de tensión, ansiedad y agresividad muy elevados. Potencia otros trastornos del estado de ánimo coexistentes para complicar cualquier tratamiento durante varios días del mes.
Se cree que el TDPM es un mal funcionamiento de la química cerebral que se desencadena con la ovulación. Los síntomas suelen comenzar después de la ovulación y duran hasta los primeros días del periodo. Este ciclo se repite cada mes. El TDPM está ligado a los cambios hormonales desencadenados por la ovulación, por lo que no se produce sin esta parte del ciclo menstrual.
El trastorno afecta hasta al 8 por ciento de las mujeres. Comienza en cualquier momento después de que se produzca la primera regla en la adolescencia y hasta que se produzca la menopausia.

Acerca de los síntomas

La afección implica mucho más que un mal momento durante la regla. Es cíclico, se produce en el mismo punto del ciclo menstrual cada mes. Sin embargo, el TDPM no se extiende durante todo el mes. Cada persona que lo sufre debe experimentar al menos de 7 a 10 días de ausencia de síntomas para ser considerada una verdadera paciente de TDPM. Los síntomas del TDPM son graves y suelen alterar la vida. Los médicos requieren que los enfermos tengan al menos cinco de los siguientes síntomas para apoyar un diagnóstico:

  • Depresión de sentimientos desesperados
  • Sentimientos de ansiedad, tensión o nerviosismo
  • Irritabilidad que aumenta a medida que se acerca el periodo
  • Sueño excesivo o insomnio
  • Falta de interés por las cosas favoritas
  • Sin motivación
  • Pérdida de energía
  • Dificultad para enfocar y concentrarse
  • Sentimientos de pérdida de control, sensación de agobio
  • Manifestación física severa de los síntomas del síndrome premenstrual como pechos sensibles, calambres, hinchazón, dolor muscular y aumento de peso
  • Pensamientos suicidas
  • Cualquiera de estos cinco síntomas aparecen después de que comience la ovulación. Se intensifican hasta el punto de agobiar a la paciente hasta que comienza el periodo. Durante el primer o segundo día, los síntomas disminuyen y la paciente comienza a sentirse normal. Esto dura hasta 10 días antes de comenzar de nuevo.

    Cómo afrontar la afección

    Una vez que se ha producido el diagnóstico y el tratamiento, todavía hay que trabajar en casa para aliviar los síntomas hasta encontrar el tratamiento adecuado. A veces se necesitan dos o tres ciclos para averiguar si un tratamiento funciona. Durante ese tiempo, el paciente y su familia pueden hacer cambios para que los síntomas sean más soportables.
    Los cambios en el estilo de vida pueden ayudar a eliminar algunos de los factores que pueden intensificar los síntomas del TDPM. Adoptar una dieta saludable, dejar de fumar y comenzar un régimen de ejercicio son algunas de las cosas que pueden ayudar. La obesidad, el tabaquismo y la mala alimentación son complicaciones habituales del trastorno. Al cambiar estos factores, puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas físicos y algunos de los mentales de la enfermedad. Hacer estos cambios también puede ayudar a la depresión, el trastorno afectivo estacional y el trastorno bipolar que a menudo coexisten con el TDPM.
    Las técnicas de relajación pueden ayudar a aliviar la ansiedad y la tensión que son comunes en los pacientes con TDPM. El yoga, la meditación y los pasatiempos relajantes son ejemplos de técnicas de relajación que pueden ayudar a rebajar la tensión después de que comience la ovulación.
    Llevar un diario le ayuda a comprender la afección al tiempo que ayuda a los médicos a ver en cada día de la afección. Un diario sobre el TDPM puede ayudar a determinar el comienzo y el final de la afección, así como los desencadenantes de los episodios más graves.
    Combatir la depresión y los sentimientos abrumadores interactuando con la familia y los amigos en la terapia o en las reuniones de grupo. A veces, el mero hecho de saber que no eres el único que está pasando por la enfermedad puede ayudar enormemente. Pruebe las salas y grupos de chat en línea, los grupos de apoyo públicos y la terapia conversacional para encontrar la mejor opción de desahogo para usted y su situación.
    Por encima de todo, recuerde que se trata de una enfermedad del cerebro y que la persona que la padece no tiene ningún control sobre ella. El simple hecho de ser comprensivo y complaciente durante los días en que los síntomas del TDPM afloran puede ayudar a todos.
    Las visitas regulares al médico y las dosis de la medicación también son importantes para tener un hogar seguro con una persona que padece TDPM. Tome todos los medicamentos según lo prescrito, incluso si no hay síntomas. Algunos fármacos tienen un efecto acumulativo en el cuerpo y deben acumularse en el torrente sanguíneo para funcionar. Las citas con el médico sirven para comprobar tu evolución y detectar cualquier nuevo síntoma. Acuda a estas citas para mantener un proceso de tratamiento estable.

    No es una condición sencilla

    El TDPM afecta a muchas mujeres de muchas maneras, por lo que ningún tratamiento o técnica de afrontamiento es perfecto para todas las pacientes. Al hacerse cargo de la condición durante el tratamiento médico, se puede iniciar el camino para vivir felizmente con una persona que tiene TDPM. Es una enfermedad que afecta a todos los que toca, pero la medicina moderna y algunas técnicas de afrontamiento hacen que esos contactos no sean incendiarios. Al fin y al cabo, nunca deberían serlo. El médico querrá buscar otras condiciones coexistentes que el enfermo pueda tener. Tenga en cuenta estas condiciones cuando trate de planificar una manera de cambiar su estilo de vida y la vida para adaptarse a su tratamiento de TDPM.

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