Óxido de Calcio
El óxido de calcio (CaO), más conocido como cal o cal viva, ha sido estudiado por los estudiosos desde la era precristiana. En su libro Historia Naturalis, por ejemplo, Plinio el Viejo trató la preparación, las propiedades y los usos de la cal. Probablemente, el primer artículo científico sobre esta sustancia fue el del Dr. Joseph Black, «Experiments Upon Magnesia, Alba, Quick-lime, and Some Other Alkaline Substances», escrito en 1755.
La cal no se produce de forma natural, ya que reacciona muy fácilmente con el agua (para formar cal hidratada) y el dióxido de carbono (para formar piedra caliza). Sin embargo, se produce en grandes cantidades de forma sintética, mediante el calentamiento de la piedra caliza. Durante muchos años, el óxido de calcio ha estado entre los diez primeros productos químicos de Estados Unidos en términos de producción. Otros nombres comunes por los que se conoce este compuesto son cal quemada, cal no descascarillada, cal fundente y calx.
En su forma pura, el óxido de calcio se presenta en forma de cristales blancos, grumos blancos o grises, o un polvo granular blanco. Tiene un punto de fusión muy alto de 2.572 °C (4.662 °F) y un punto de ebullición de 2.850 °C (5.162 °F). Se disuelve y reacciona con el agua para formar hidróxido de calcio y es soluble en ácidos y algunos disolventes orgánicos.
Al igual que otros compuestos de calcio, el óxido de calcio se utiliza para muchos fines de construcción, como en la fabricación de ladrillos, mortero, yeso y estuco. Su alto punto de fusión lo hace atractivo como material refractario, como en el revestimiento de hornos. El compuesto también se utiliza en la fabricación de varios tipos de vidrio. El vidrio sodocálcico común, por ejemplo, contiene alrededor de un 12% de óxido de calcio, mientras que el vidrio de aluminosilicato de alta fusión contiene alrededor de un 20% de óxido de calcio. Una de las nuevas formas de vidrio utilizadas para recubrir implantes quirúrgicos contiene una proporción aún mayor de óxido de calcio, alrededor del 24% del compuesto.
Entre las muchas otras aplicaciones del óxido de calcio se encuentran sus usos en la producción de pulpa y papel, en la eliminación del pelo de las pieles de animales, en la clarificación del azúcar de caña y de remolacha, en los piensos para aves de corral y como fluido de perforación.