Articles

1

Una revisión publicada en The Journal of the American Osteopathic Association descubrió que la vitamina D no puede ser metabolizada sin niveles suficientes de magnesio, lo que significa que la vitamina D permanece almacenada e inactiva hasta para el 50 por ciento de los estadounidenses.

«La gente toma suplementos de vitamina D pero no se da cuenta de cómo se metaboliza. Sin magnesio, la vitamina D no es realmente útil ni segura», afirma el coautor del estudio, Mohammed S. Razzaque, MBBS, PhD, profesor de patología en el Lake Erie College of Osteopathic Medicine.

Razzaque explica que el consumo de suplementos de vitamina D puede aumentar los niveles de calcio y fosfato de una persona aunque siga teniendo una deficiencia de vitamina D. El problema es que las personas pueden sufrir calcificación vascular si sus niveles de magnesio no son lo suficientemente altos como para prevenir la complicación.

Los pacientes con niveles óptimos de magnesio requieren menos suplementos de vitamina D para alcanzar niveles suficientes de esta sustancia. El magnesio también reduce la osteoporosis, ayudando a mitigar el riesgo de fractura ósea que puede atribuirse a los bajos niveles de Vitamina D, señaló Razzaque.

Se ha informado de que la deficiencia de cualquiera de estos nutrientes está asociada a diversos trastornos, como deformidades esqueléticas, enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico.

Aunque la cantidad diaria recomendada de magnesio es de 420 mg para los hombres y 320 mg para las mujeres, la dieta estándar en Estados Unidos sólo contiene alrededor del 50 por ciento de esa cantidad. Se calcula que hasta la mitad de la población total consume una dieta deficiente en magnesio.

Los investigadores afirman que el consumo de magnesio procedente de alimentos naturales ha disminuido en las últimas décadas, debido a la agricultura industrializada y a los cambios en los hábitos dietéticos. El nivel de magnesio es bajo en las poblaciones que consumen alimentos procesados con alto contenido en cereales refinados, grasas, fosfatos y azúcares.

«Al consumir una cantidad óptima de magnesio, se pueden disminuir los riesgos de deficiencia de vitamina D y reducir la dependencia de los suplementos de vitamina D», dice Razzaque.

El magnesio es el cuarto mineral más abundante en el cuerpo humano después del calcio, el potasio y el sodio. Entre los alimentos ricos en magnesio se encuentran las almendras, los plátanos, las judías, el brócoli, el arroz integral, los anacardos, la yema de huevo, el aceite de pescado, la linaza, las verduras verdes, la leche, las setas, otros frutos secos, la avena, las semillas de calabaza, las semillas de sésamo, la soja, las semillas de girasol, el maíz dulce, el tofu y los cereales integrales.

Dejar una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *