Axolotl
Resguardado en el misterio, y desafiando las típicas leyes biológicas como la metamorfosis, el axolotl (pronunciado AX-oh-lot-ul), un tipo de salamandra, mantiene sus pies palmeados firmemente colocados en la infancia durante toda su vida.
A diferencia de otras salamandras, los axolotl son neoténicos, lo que significa que mantienen las características juveniles en la edad adulta. El ajolote permanece acuático (como larva) toda su vida. Aunque desarrolla pulmones funcionales, utiliza sus extravagantes y plumosas branquias para respirar bajo el agua. Al igual que los jóvenes, conservan branquias externas, una cola y una aleta corporal, y carecen de párpados móviles.
Se encuentran de forma natural en el lago de Xochimilco y en el lago de Chalco, en el barrio de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, pero estas fascinantes criaturas rara vez se ven en persona.
Descendiente de la salamandra tigre, el ajolote es «joven», ya que ha habitado el centro de México sólo durante los últimos 10.000 años, según algunos expertos. Originario de estos dos lagos alimentados por manantiales a lo largo del borde sur de la Cuenca de México, gran parte de su hábitat adecuado ha sido drenado. La cuenca de Xochimilco-Chalco, que alguna vez fue de unos 200 kilómetros cuadrados de pantanos, ciénagas y lagunas, se redujo considerablemente hace 85 años cuando se completaron los proyectos de drenaje.
El ajolote es carismático y está impregnado de la historia, la cultura y la identidad mexicanas.
Dicho esto, existe poca información sobre la ecología de las poblaciones de ajolotes. Esta situación es sorprendente, dada la popularidad del ajolote para el estudio científico. Sin embargo, sus poblaciones pequeñas y generalmente inaccesibles dificultan la obtención de información sobre su comportamiento.
Lo que se sabe de los ajolotes se ha obtenido de colonias de laboratorio.
Superpoderes de las salamandras. Los axolotl son de color oscuro y pueden cambiar su tonalidad unos cuantos tonos más claros u oscuros según sea necesario para camuflarse. Los axolotl rosados y claros son criados por los humanos como mascotas por sus tonos «agradables».
También se utilizan en los laboratorios para estudiar otro superpoder: ¡regenerar sus extremidades, pulmones, corazón, mandíbulas, espinas dorsales e incluso partes de su cerebro! Los científicos han descubierto que los ajolotes pueden regenerar un nuevo miembro cinco veces perfectamente, en unas pocas semanas, sin ni siquiera una cicatriz. Se sustituyen todos los tejidos: piel, hueso, cartílago, músculo y células madre. Otros órganos pueden regenerarse innumerables veces y ser completamente funcionales. Naturalmente, a los científicos les gustaría aprovechar esa capacidad y aplicarla a la medicina humana.
Se dice que este ajolote es más de 1.000 veces más resistente al cáncer que los mamíferos, otro superpoder que merece la pena investigar.
Cara de bebé. Un axolotl puede llegar a medir 18 pulgadas de largo, pero hoy en día crece hasta unas 9 pulgadas. Los axolotl son de color oscuro con un moteado verdoso; algunos pueden tener reflejos plateados en la piel. Tiene un cuerpo ancho y plano con una cabeza grande que lleva sus características branquias plumosas que se agitan suavemente en el agua. Su boca se inclina a menudo en una ligera sonrisa o es expresiva. Sus ojos redondos y oscuros, con iris amarillos e iridiscentes, observan su turbio entorno. Tiene extremidades parecidas a las de un lagarto que lo llevan por el fondo del lago. Pesa tanto como una lata de sopa. En caso de apuro, el ajolote puede desplazarse a la asombrosa velocidad de 10 millas por hora (15 kilómetros por hora).