Ejercicio y nutrición para aliviar los sofocos
Los cambios en el estilo de vida, como el ejercicio y la nutrición equilibrada, también pueden ayudar a disminuir la gravedad y/o la frecuencia de los sofocos.
Ejercicio
Aumentar su nivel de actividad – desde cambios sencillos, como subir por las escaleras en lugar de utilizar el ascensor, hasta iniciar un programa formal de ejercicio- puede reducir los sofocos y tener un impacto positivo en casi todos los demás síntomas atribuidos a la menopausia. Estos otros síntomas pueden incluir el insomnio, la fatiga, los cambios de humor, las enfermedades cardíacas, la pérdida de masa ósea y la reducción del deseo sexual.
Sin embargo, es importante empezar poco a poco y trabajar con un fisioterapeuta o entrenador que tenga experiencia en asesorar a mujeres con cáncer de mama. Esforzarse o lesionarse el brazo y/o la parte superior del cuerpo puede aumentar el riesgo de linfedema, una condición en la que los tejidos se hinchan con líquido. Para obtener más información sobre el ejercicio seguro, visite la sección de Breastcancer.org sobre el ejercicio.
Dieta y nutrición
Cambiar su dieta puede ayudar a aumentar su energía, controlar su peso y controlar sus sofocos. Por lo general, esto significa ceñirse a comidas pequeñas, ligeras y regulares con menos calorías, un mínimo de grasa y más verduras y frutas. Evite las salsas y las especias que tengan un toque picante, e intente comer alimentos que se sirvan fríos, a temperatura ambiente o tibios, pero no calientes. Piensa que es más bien comida para pájaros que para osos.
En su día se pensó que añadir proteínas de soja a la dieta podría ser útil contra los sofocos, ya que la soja es una forma de estrógeno vegetal. Algunos ejemplos de alimentos que contienen soja son el tofu, el tempeh, la soja y las nueces de soja tostadas. Sin embargo, las investigaciones no han confirmado su beneficio, y no se ha demostrado su seguridad a largo plazo para las mujeres con cáncer de mama.
Es posible que haya oído hablar de otros estrógenos vegetales que algunas mujeres han encontrado útiles para tratar los sofocos, como el ginseng, el aceite de onagra, la raíz de regaliz, las hojas de frambuesa roja, la zarzaparrilla, la menta verde, la damiana, la agripalma, el sauzgatillo y el cohosh negro. Sin embargo, su seguridad y eficacia no han sido confirmadas en estudios de investigación. Los remedios a base de hierbas no están estrechamente regulados y los problemas de contaminación son una gran preocupación.
También ha habido cierto interés en las hierbas medicinales chinas como el dong quai como tratamiento para los sofocos. Es importante saber que no hay suficiente investigación para apoyar el uso de dong quai durante largos períodos de tiempo, y puede actuar como el estrógeno en el cuerpo.
Para obtener más información sobre la alimentación saludable y los suplementos dietéticos, visite nuestra sección de Nutrición.
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