El pionero de las noticias por cable, Ted Turner, se enfrenta a su último gran reto: la demencia

Ted Turner nunca ha rehuido los retos. Ha navegado hasta la victoria en las regatas de la Copa América, ha montado equipos de béisbol ganadores de las Series Mundiales, ha transformado un modesto negocio de vallas publicitarias en un imperio mediático global y ha llamado la atención sobre las crisis medioambientales en todo el mundo.

Ahora Turner se enfrenta a un nuevo reto, éste quizás el más formidable y personal de todos: la demencia.

En una entrevista en el programa CBS Sunday Morning, Turner, de 79 años, dijo a Ted Koppel que le han diagnosticado demencia de cuerpos de Lewy.

«Es un caso leve de lo que la gente tiene como Alzheimer», dijo Turner, hablando con Koppel en su rancho de Montana. «Es similar a eso. Pero no es tan grave. El Alzheimer es mortal»

«Menos mal que no tengo eso», dijo, añadiendo que en ese momento no podía recordar el nombre de su enfermedad. «Eso es la demencia. No puedo recordar cuál es mi enfermedad», dijo.

La demencia de cuerpo de Lewy es un trastorno cerebral progresivo que afecta a unos 1,4 millones de estadounidenses. Sus síntomas se asemejan al Alzheimer y al Parkinson.

Es la misma forma de demencia que se le diagnosticó a Robin Williams antes de su muerte y se sabe que afecta a la visión, lo que puede provocar alucinaciones y delirios. Los síntomas de la enfermedad también incluyen rigidez muscular y dificultad para mantener el equilibrio. Turner dijo que a menudo está agotado y olvidadizo.

Su diagnóstico fue chocante para muchos de los que han trabajado con él – y pensaron en él como invencible.

«Ted siempre ha sido más grande que la vida», dijo Steve Stahl, un ex director de operaciones técnicas de la CNN que ha conocido a Turner desde 1984. «Tenía grandes ideas. Iba varios pasos por delante de todo el mundo»

Pionero de las noticias por cable las 24 horas

Turner apareció por primera vez en los titulares nacionales en 1977, cuando capitaneó el yate Courageous, ganando la Copa América.

La victoria llegó poco antes de que Turner lanzara la Super Station, un canal de televisión por cable pionero en su género que creó en la década de 1970. El canal de televisión, conocido como WTBS, era una rama del negocio de publicidad que Turner había heredado de su padre, que murió de suicidio cuando Turner tenía 24 años.

Turner llenó su programación con una combinación de reposiciones de televisión, películas antiguas y partidos de béisbol. Turner era dueño y amante del equipo de béisbol Atlanta Braves y retransmitía sus partidos casi a diario.

Viendo el interés que generaban los partidos nocturnos, Turner empezó a explorar la idea de lanzar una emisora de cable dedicada a los deportes, las 24 horas del día. Le decepcionó saber que Capital Cities ya estaba trabajando en la misma idea, en forma de ESPN, que se lanzó en 1979.

Es entonces cuando Turner buscó algo más que mantuviera el interés de los espectadores durante las 24 horas del día, y finalmente se decidió por una emisora de noticias.

El 1 de junio de 1980, lanzó la Cable News Network, ahora conocida como CNN. Su cobertura durante las 24 horas del día sentó las bases para el actual ciclo de noticias de 24 horas.

La sede original de la CNN, que funcionaba con un presupuesto muy reducido, compartía espacio en una vieja mansión del centro de Atlanta con la Super Station de Turner, y con los combates de lucha libre profesional que éste emitía en la WTBS.

Stahl dice que no era raro que algunos de los primeros noticiarios de la CNN fueran interrumpidos con los sonidos de los golpes de los cuerpos de los luchadores contra la colchoneta en un piso superior. «No se pueden inventar estas cosas», recuerda Stahl, riendo. «Era una pesadilla sonora».

Los primeros empleados de la CNN también recuerdan los días en que Turner se paseaba por la redacción en albornoz, tras quedarse a dormir en el apartamento que tenía en el piso de arriba.

«Todo el mundo se burlaba», recuerda Richard Roth, corresponsal principal de la CNN en la ONU y primer jefe de la oficina de la cadena en Roma. «Nos llamaban Chicken Noodle News»

A principios de la década de 1990, la CNN había crecido hasta tener más de 20 oficinas y había lanzado otras redes de noticias, como Headline News y CNN International, que llevaron el alcance de la CNN a más de 100 países. Durante la primera Guerra del Golfo, en 1991, la CNN comenzó a emitir imágenes de disparos de misiles y de corresponsales con máscaras antigás mientras informaban desde los desiertos de Kuwait.

Roth fue uno de los corresponsales enviados a la región.

«Fuimos el único medio de comunicación global dentro de Bagdad que permitió que el mundo escuchara y luego viera cómo se desarrollaba el inicio de la guerra durante meses», dijo.

Cuando la CNN se convirtió en un nombre mundialmente conocido, Turner contó entre sus amigos a los líderes mundiales Mijail Gorbachov y Fidel Castro.

Asumiendo una batalla personal

Turner ha dicho en repetidas ocasiones que nunca superará la cesión del control de su imperio mediático. Después de un par de fusiones en la última parte de la década de 1990, primero con Time Warner y luego con AOL, Turner se vio obligado a abandonar la empresa que construyó.

En su entrevista con la CBS el domingo, Turner continuó expresando su descontento con lo que, según él, se ha convertido la CNN en la era post-Turner. «Creo que se están pegando demasiado a la política», dijo. «Harían mejor en tener una agenda más equilibrada. Pero eso es, ya sabes, sólo la opinión de una persona»

Eso concuerda con su visión inicial del canal. «No se limitaba a poner a la gente en el aire para que se gritaran unos a otros», dijo Sean Callebs, corresponsal de CNN desde hace mucho tiempo. «La CNN siempre será noticia, pero Turner estuvo allí cuando la CNN hizo historia».

Los que conocen a Turner y han pasado tiempo con él recientemente dicen que ahora tiene días buenos y días malos. Su espíritu irascible, según cuentan, sigue intacto, al igual que la admiración de sus antiguos compañeros.

Se desconoce cómo será su vida mientras se enfrenta a una enfermedad que amenaza con silenciarle. Pero quienes trabajaron con él auguran que afrontará su dolencia como ha afrontado todo en su variopinta carrera, con valentía y en sus términos.

«Ted Turner es un luchador», dijo Barbara Pyle, ex vicepresidenta de política medioambiental de Turner que empezó a trabajar para él hace 40 años. Mantienen una estrecha amistad.

«Sea lo que sea lo que le ocurra, va a luchar y a ganar», dijo. «Lo ha hecho toda su vida»