Es el yoduro de potasio una «bala mágica» para la exposición a la radiación?
El yoduro de potasio puede proporcionar una importante protección para un órgano frente a la radiación debida a un radionúclido. Sólo puede proporcionar protección para la glándula tiroides frente a una ingesta de radioyodo. No tiene ningún valor en la protección de otros órganos del cuerpo o en la protección de la radiación de otros nucleidos radiactivos. Por ejemplo, el yoduro de potasio no tiene ningún valor de protección frente a una «bomba sucia» o una dispersión de combustible nuclear gastado. He aquí por qué.
Esta simple sal, el yoduro de potasio (KI), ha recibido mucha atención últimamente, apareciendo en programas de noticias, en revistas de noticias e incluso en eBay. Sin embargo, algunas de las afirmaciones e informes dan información errónea sobre los efectos de esta sal en el cuerpo y su papel en la seguridad de la radiación. Entonces, ¿qué es el KI y cómo puede ayudar?
El compuesto KI se añade de forma rutinaria a la sal de mesa, el cloruro de sodio (NaCl), para yodar la sal. El yodo es un elemento que la glándula tiroides toma del torrente sanguíneo y es necesario para su correcto funcionamiento. La glándula tiroidea no discrimina entre el yodo radiactivo y el no radiactivo.
El KI ha sido erróneamente representado como una «bala mágica» de la protección contra la radiación. El KI, si se toma correctamente, sólo protege contra la radiación interna del yodo radiactivo introducido en el cuerpo. NO protege contra la radiación externa o la radiación interna de radionúclidos distintos del yodo radiactivo. Esta sal, si se toma antes o muy poco después de una ingesta de yodo radiactivo y si se toma en la dosis adecuada, bloqueará la captación de yodo radiactivo por parte de la tiroides. El KI puede presentarse en forma de píldora o de solución sobresaturada. La dosis diaria recomendada para un adulto es de 130 miligramos. Si el tiroides absorbe todo el yodo que necesita del KI no radiactivo, el yodo radiactivo no se absorberá y se eliminará del organismo principalmente por la orina. La reducción de la cantidad de yodo radiactivo absorbida por el tiroides reducirá la dosis recibida por el tiroides, reduciendo así los riesgos de cáncer de tiroides. Aunque los efectos secundarios del uso del KI han sido mínimos (por ejemplo, efectos gastrointestinales o erupciones cutáneas), esta sustancia sólo debe tomarse bajo el consejo de los profesionales de la salud. Una vez más, el KI sólo ayudará a reducir los efectos del yodo radiactivo tomado en el cuerpo y no de otros radionúclidos.
Las únicas fuentes posibles de grandes emisiones de yodo radiactivo son las de una denotación de armas nucleares y un accidente catastrófico en un reactor nuclear en funcionamiento. Por lo tanto, el KI no tiene ningún valor de protección frente a una «bomba sucia» o una dispersión de combustible nuclear gastado.
En los últimos años, la Comisión Reguladora Nuclear (NRC), la Agencia Federal de Gestión de Emergencias y la Agencia de Protección Ambiental han escrito y publicado recomendaciones e informes sobre el uso del KI en situaciones de emergencia. En diciembre de 2001, la NRC envió una carta a los estados en la que les informaba de que, si lo deseaban, y si cumplían ciertas condiciones en su planificación de respuesta a emergencias, la NRC proporcionaría reservas de KI para las poblaciones situadas en un radio de 16 kilómetros de una central nuclear. En mayo de 2002, 13 estados habían solicitado o recibido suministros de KI.
Para obtener información científica más detallada sobre el KI, consulte la hoja informativa de la Sociedad de Física de la Salud sobre el yoduro de potasio.