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La ley de Weber se postuló originalmente durante una investigación que Weber llevó a cabo en 1834 para intentar calcular el umbral de percepción de un cambio de peso y posteriormente fue aplicada a la medición general de la sensación y las percepciones por Fechner, alumno de Weber. Afirma que la percepción de un cambio en un estímulo determinado depende siempre de lo que sea ese estímulo. En otras palabras, el hecho de que se perciba un cambio depende de lo grande, pesado o significativo, etc., que fuera ese algo de antemano y de la importancia del cambio. Nuestra capacidad sensorial tiene límites y existe un «umbral absoluto» que describe la cantidad mínima en la que debe cambiar la intensidad del estímulo para producir una variación perceptible en la experiencia sensorial. La ley de Weber muestra que una diferencia de aproximadamente el 10 por ciento es el punto medio en el que las personas se ven incitadas a responder.

Weber lo probó originalmente utilizando la sensación de peso, pero puede aplicarse a una variedad de modalidades sensoriales (brillo, volumen, masa, longitud, etc.). También se puede aplicar a valores numéricos como los precios, la eliminación de secciones de texto o cualquier otra percepción que podamos tener. Incluso podemos tomar el conocido ejemplo de cuando un amigo va a la peluquería sin avisar: la probabilidad de que te fijes en el nuevo corte de pelo dependerá totalmente de lo diferente que sea respecto al anterior. Si sólo se trata de un recorte sin cambios de estilo o color, es muy probable que ni siquiera lo notes. Sin embargo, si lo corta desde la cintura hasta la barbilla, entonces el cambio con respecto al original es lo suficientemente significativo como para que sea imposible pasarlo por alto.

La ley de Weber se utiliza a menudo en el marketing, especialmente en lo que respecta a los aumentos de precios de productos y servicios. Implica, por ejemplo, que es posible aumentar los precios en cantidades lo suficientemente pequeñas -que caen bajo el «umbral absoluto»- sin que sus clientes se den cuenta.

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