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Mesas de inversión… ¿buenas o malas?

¡Es la primavera! Con la primavera llega el deporte. Y, con el deporte, llega el dolor de espalda.

A cualquier médico que haya tratado alguna vez a un número significativo de pacientes de la columna vertebral le han hecho la pregunta: «¿Funcionan las tablas de inversión?». La respuesta es a veces. Se han realizado varios estudios para determinar la eficacia de las tablas de inversión sobre el dolor agudo y/o el dolor crónico de la espalda. Hasta la fecha, la mayoría de los estudios, incluidos los más bien diseñados, no muestran un beneficio significativo a largo plazo de la terapia de inversión.

Dicho esto, muchos pacientes atendidos en un entorno clínico jurarán lo contrario. Algunos pacientes que han sufrido de problemas de la columna vertebral durante años dependen del uso diario de una tabla de inversión para el alivio. Otros se informan sobre la terapia por rumores de amigos, vecinos o familiares que atestiguan que curará su dolor.

La teoría detrás de la inversión se remonta a Hipócrates, el padre de la medicina, en el año 400 a.C. Hipócrates colgaba a la gente boca abajo en escaleras para «estirar la columna». Los dispositivos y técnicas de inversión que se utilizan hoy en día son obviamente más avanzados, más cómodos y más seguros. La tracción es la práctica de utilizar la gravedad para intentar estirar lentamente la columna vertebral permitiendo más espacio para los discos, nervios, ligamentos, etc. El disco es el cojín entre los huesos de la columna vertebral. Con el tiempo, la gravedad, el ejercicio y las malas posturas pueden provocar un aumento de la presión sobre el disco. Esto puede provocar dolor de espalda y/o de piernas. Las mesas de inversión y la terapia de tracción ayudan a revertir estos efectos y a disminuir el dolor. Por desgracia, para muchos pacientes esto parece ser un alivio temporal. Para estos pacientes el dolor generalmente regresa una vez en posición vertical cuando la gravedad vuelve a ejercer presión sobre las estructuras lumbares.

Aunque generalmente no hay ningún daño en probar las tablas de inversión o los dispositivos de tracción, hay algunos pacientes que nunca deberían utilizar este tratamiento. Los pacientes con hipertensión, trastornos circulatorios, glaucoma o desprendimientos de retina no deben utilizar la terapia de la mesa de inversión. Colgarse parcial o totalmente boca abajo aumenta la presión y el flujo sanguíneo hacia la cabeza y los ojos.

En resumen, la terapia de inversión no es nueva. La teoría de la inversión existe desde hace muchos años y sigue siendo utilizada por muchos fisioterapeutas y quiroprácticos además del tratamiento en casa. Para muchos pacientes proporciona un alivio significativo y una mayor calidad de vida. Aunque no se recomienda para todos los pacientes, puede ser una alternativa segura y fácil de probar para el dolor de espalda persistente si se quiere evitar modalidades de tratamiento más agresivas. Como siempre, discuta con su médico las preguntas sobre su condición específica antes de iniciar las modalidades de tratamiento en casa.

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