Osteoporosis y artritis: Dos afecciones comunes pero diferentes
Muchas personas confunden la osteoporosis y algunos tipos de artritis. Esta hoja informativa analiza las similitudes y diferencias entre estas afecciones.
- Osteoporosis
- Artritis
- Para su información
- Delgadez o contextura pequeña.
- Historia familiar de la enfermedad.
- Ser posmenopáusico y, en particular, haber tenido una menopausia temprana.
- Ausencia anormal de períodos menstruales (amenorrea).
- Uso prolongado de ciertos medicamentos, como los utilizados para tratar el lupus, el asma, las deficiencias tiroideas y las convulsiones.
- Bajo consumo de calcio.
- Falta de actividad física.
- Tabaco.
- Ingesta excesiva de alcohol.
- La osteoartritis (OA) es una enfermedad articular dolorosa y degenerativa que suele afectar a las caderas, las rodillas, el cuello, la parte baja de la espalda o las pequeñas articulaciones de las manos. La osteoartritis suele desarrollarse en las articulaciones que se lesionan por el uso excesivo repetido al realizar una tarea concreta o practicar un deporte favorito, o por llevar un peso corporal excesivo. Con el tiempo, esta lesión o el impacto repetido adelgazan o desgastan el cartílago que amortigua los extremos de los huesos de la articulación. Como resultado, los huesos rozan entre sí, provocando una sensación de chirrido. La flexibilidad de la articulación se reduce, se desarrollan espolones óseos y la articulación se hincha. Por lo general, el primer síntoma de la OA es el dolor que empeora tras el ejercicio o la inmovilidad.
- La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad inflamatoria autoinmune que suele afectar a varias articulaciones de los dedos, pulgares, muñecas, codos, hombros, rodillas, pies y tobillos. Una enfermedad autoinmune es aquella en la que el cuerpo libera enzimas que atacan sus propios tejidos sanos. En la AR, estas enzimas destruyen el revestimiento de las articulaciones. Esto provoca dolor, hinchazón, rigidez, malformación y reducción del movimiento y la función. Las personas con AR también pueden presentar síntomas sistémicos, como fatiga, fiebre, pérdida de peso, inflamación de los ojos, anemia, nódulos subcutáneos (protuberancias bajo la piel) o pleuresía (una inflamación de los pulmones).
Osteoporosis
La osteoporosis es una afección en la que los huesos se vuelven menos densos y más propensos a fracturarse. En Estados Unidos, más de 53 millones de personas ya tienen osteoporosis o corren un alto riesgo debido a su baja masa ósea. En la osteoporosis se produce una pérdida de tejido óseo que hace que los huesos sean menos densos y más propensos a fracturarse. Puede provocar una pérdida de altura, fuertes dolores de espalda y cambios en la postura. La osteoporosis puede perjudicar la capacidad de una persona para caminar y puede causar una discapacidad prolongada o permanente.
Los factores de riesgo para desarrollar osteoporosis incluyen:
La osteoporosis se conoce como una enfermedad silenciosa porque puede progresar sin ser detectada durante muchos años sin síntomas hasta que se produce una fractura. La osteoporosis se diagnostica mediante una prueba de densidad mineral ósea, que es una forma segura e indolora de detectar una baja densidad ósea.
Aunque no hay cura para la enfermedad, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ha aprobado varios medicamentos para prevenir y tratar la osteoporosis. Además, una dieta rica en calcio y vitamina D, el ejercicio regular con pesas y un estilo de vida saludable pueden prevenir o atenuar los efectos de la enfermedad.
Artritis
La artritis es un término general para las afecciones que afectan a las articulaciones y los tejidos circundantes. Las articulaciones son lugares del cuerpo donde se juntan los huesos, como las rodillas, las muñecas, los dedos de las manos, los pies y las caderas. Dos tipos comunes de artritis son la osteoartritis y la artritis reumatoide.
Aunque la osteoporosis y la artrosis son dos afecciones médicas muy diferentes con poco en común, la similitud de sus nombres provoca una gran confusión. Estas afecciones se desarrollan de forma diferente, tienen síntomas diferentes, se diagnostican de forma diferente y se tratan de forma diferente.
La osteoporosis y la artritis sí comparten muchas estrategias de afrontamiento. Con cualquiera de estas afecciones, o con ambas, muchas personas se benefician de programas de ejercicio que pueden incluir fisioterapia y rehabilitación. En general, los ejercicios que hacen hincapié en el estiramiento, el fortalecimiento, la postura y la amplitud de movimiento son adecuados. Algunos ejemplos son los ejercicios aeróbicos de bajo impacto, la natación, el tai chi y el yoga de bajo estrés. Sin embargo, las personas con osteoporosis deben tener cuidado de evitar actividades que incluyan inclinarse hacia adelante desde la cintura, torcer la columna vertebral o levantar pesos pesados. Las personas con artritis deben compensar el movimiento limitado de las articulaciones afectadas. Consulte siempre a su médico para determinar si un determinado ejercicio o programa de ejercicios es seguro para su situación médica específica.
La mayoría de las personas con artritis utilizarán estrategias de control del dolor en algún momento. Esto no siempre es cierto para las personas con osteoporosis. Normalmente, las personas con osteoporosis necesitan aliviar el dolor cuando se están recuperando de una fractura. En los casos de osteoporosis grave con múltiples fracturas de columna, el control del dolor también puede formar parte de la vida cotidiana. Independientemente de la causa, las estrategias de control del dolor son similares para las personas con osteoporosis, OA y AR.
Para su información
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Llamada gratuita: 888-INFO-FDA (888-463-6332)
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NIH Pub. No. 18-7893