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¿Qué pasó con Microsoft Windows 9?

Después del tumultuoso reinado de Windows 8, Microsoft se puso a trabajar en el desarrollo de una continuación del polémico sistema operativo. Los usuarios de Windows 8 no se habían guardado su descontento con el sistema operativo (SO), pero en lugar de pasar de Windows 8 a Windows 9, Microsoft fue directamente a Windows 10. Un movimiento extraño que dejó a muchos preguntándose: ¿qué pasó con Windows 9?

Es importante saber qué falló con Windows 8. El sistema operativo fue muy impopular. Introdujo grandes cambios que los usuarios no apreciaron, con un diseño enfocado a tablets y smartphones. Windows 8 como sistema operativo para tabletas funciona muy bien. Tenía una interfaz en mosaico muy colorida y sus gráficos basados en vectores facilitaban su uso en dispositivos portátiles. Pero eso no se trasladó bien al escritorio. Microsoft creó un sistema operativo para competir con Google y Apple en el mercado móvil pero, en cambio, alienó a su base principal, los usuarios de escritorio. El crítico tecnológico Adrian Kingsley-Hughes llegó a calificar Windows 8 de «desastre de diseño». Tras el fracaso de Window 8, Microsoft tuvo que compensar a sus usuarios.

Microsoft quería crear un sistema operativo que funcionara en todas las plataformas en lugar de tener un sistema operativo para cada plataforma. En octubre de 2014, Tony Prophet, vicepresidente de marketing de Windows, dijo en una conferencia que Windows 10 no es:

«…un paso incremental desde Windows 8.1 un paso material. Estamos tratando de crear una plataforma, un ecosistema que una la mayor cantidad de dispositivos, desde el pequeño Internet de las cosas integrado, pasando por las tabletas, los teléfonos, los PC y, en última instancia, hasta la Xbox.»

Terry Myerson, entonces vicepresidente ejecutivo de Microsoft, dijo, por su parte, que «Windows 10 será nuestra plataforma más completa, no sería correcto llamarla Windows 9». Y este cambio resultó ser un éxito. Windows 10 recibió críticas positivas tras su lanzamiento, y la gente elogió la velocidad, la facilidad de uso y la naturaleza no intrusiva del sistema operativo. Los críticos incluso alabaron el regreso del botón de Inicio, que no existía en Windows 8. A juzgar por el enorme número de dispositivos que ahora ejecutan Windows 10, Microsoft ha logrado su objetivo de unificar el sistema operativo.

Futuros lanzamientos de Windows

El cambio de nombre es realmente una táctica de marketing para distanciarse de Windows 8 y su controversia. Windows ha tenido extrañas convenciones de nomenclatura. Al principio, los nombres eran simples: Windows 1.0, 2.0 y 3.0. Después, Microsoft empezó a dar a su sistema operativo un nombre propio. Hubo Windows XP, Vista, etc. Y luego volvió a los números con Windows 7. A Microsoft no se le escapó la convención de nombres, ya que reconoció lo fuerte que era la reacción. Terry Myseron sabía que no podía llamarse Windows 9. Los cambios fueron tan drásticos que Windows fue más allá.

Resueltas las razones de la no aparición de Windows 9, surgen más preguntas: ¿habrá un Windows 11? O puede que Microsoft vaya en otra dirección? La respuesta a éstas, al menos en el futuro inmediato, es no. Microsoft ha dicho que Windows 10 será la «versión» final de Windows. En su lugar, Microsoft tomará una página del libro de Apple y se limitará a impulsar actualizaciones de software incrementales en la plataforma. Tener una plataforma única, unificada y en constante evolución le quita mucha presión a Microsoft. Los grandes lanzamientos cada pocos años crean un gran potencial de errores y fallos, pero con actualizaciones más pequeñas y regulares, se puede dedicar más tiempo a asegurarse de que el sistema operativo se mantiene actualizado, estable y, sobre todo, popular.

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