El estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914 cambió radicalmente la situación. Su etapa inicial de guerra móvil aceleró el desarrollo de los carros blindados, cuyo número se improvisó rápidamente en Bélgica, Francia y Gran Bretaña. La posterior guerra de trincheras, que puso fin a la utilidad de los carros blindados, dio lugar a nuevas propuestas de vehículos blindados sobre orugas. La mayoría de ellas fueron el resultado de los intentos de hacer que los carros blindados fueran capaces de moverse fuera de las carreteras, sobre terrenos rotos y a través de las alambradas. El primer vehículo blindado sobre orugas se improvisó en julio de 1915, en Gran Bretaña, montando una carrocería de coche blindado en un tractor Killen-Strait. El vehículo fue construido por la División de Carros Blindados del Real Servicio Aéreo Naval, cuyas ideas, respaldadas por el Primer Lord del Almirantazgo, Winston S. Churchill, dieron lugar a la formación de un Comité de Buques de Tierra del Almirantazgo. Una serie de experimentos de este comité condujo en septiembre de 1915 a la construcción del primer tanque, llamado «Little Willie». Un segundo modelo, llamado «Big Willie», le siguió rápidamente. Diseñado para atravesar amplias trincheras, fue aceptado por el ejército británico, que encargó 100 tanques de este tipo (llamados Mark I) en febrero de 1916.